Still Life reúne la obra desarrollada por más de una década de la artista chilena Josefina Guilisasti. Su obra representa pictóricamente, desde diversos puntos de vista, objetos tales como jarros, vasijas, tazas, ollas, platos, teteras, pájaros de porcelana y alfombras persas, traduciendo sus materialidades: aluminio, enlozado , porcelana y tejidos de alfombras. Por su parte, el formato de Still Life modifica la forma de presentación de la obra: lo que en las exposiciones fue una puesta en escena de series (cada pieza formando parte de un todo) se rompe en las páginas, ya que los objetos representados se imponen al lector de forma individual con la idea de posibilitar el acercamiento a cada pintura extraída de una u otra serie.