Con una pasión arraigada por el oficio y una dedicación inquebrantable a la calidad y la creatividad, Roble 220 emerge como un taller de carpintería que va más allá de la mera fabricación de muebles: es una historia de resiliencia, innovación y compromiso con el arte de trabajar la madera.

Fundado en 2010 por Pablo, un profesor que encontró en su pasión por el trabajo manual una nueva senda tras una circunstancia médica inesperada, Roble 220 comenzó su trayectoria con la elaboración de objetos decorativos a partir de barriles de vino desechados. Lo que comenzó como una iniciativa modesta pronto se convirtió en un proyecto dedicado a explorar profundamente el oficio, abrazando la riqueza de las maderas nativas y lanzando su primera línea de muebles en 2016.

Desde entonces, Roble 220 ha evolucionado y crecido constantemente, manteniendo siempre su compromiso con la calidad, el diseño innovador y el servicio personalizado. Con Anibal Parada y Pablo Parada al frente, padre e hijo unidos por una misma vocación, el taller se ha convertido en un espacio donde convergen la técnica tradicional y el diseño contemporáneo.